Discriminación de Género en el Trabajo: Acoso, Desigualdad y Acciones
Discriminación de género en el trabajo
La discriminación de género, a veces denominada discriminación basada en el sexo o discriminación sexual, es el trato desigual de alguien en función del sexo de esa persona. Este comportamiento es una violación de los derechos humanos y es ilegal en el lugar de trabajo cuando afecta los términos o condiciones de empleo de una persona.
Acoso sexual
El acoso sexual cae bajo el paraguas de la discriminación de género. De acuerdo con la política de la empresa, una mujer tiene derecho a los mismos beneficios, promociones, salarios y otros beneficios que su contraparte masculina, pero el comportamiento hacia ella en el lugar de trabajo puede ser insostenible y, por lo general, está relacionado con su género.
Es posible que estés familiarizado con el movimiento #MeToo de 2017 que nació de las denuncias de acoso sexual contra el magnate de Hollywood Harvey Weinstein cuando la actriz Ashley Judd compartió su historia con los principales medios de comunicación. Años antes, Weinstein amenazó a Judd si no accedía a un acto sexual.
Si bien los ejemplos de Hollywood son extremos, este seguiría siendo el caso si Judd fuera objeto de tocamientos no deseados o incluso bromas ofensivas dirigidas a su sexo o identidad sexual. Y aunque una sola broma puede parecer aceptable para algunos, las bromas repetidas a diario o con frecuencia constituyen acoso. El acoso también puede implicar promesas de ascenso a cambio de favores sexuales.
No solo hombres
El acosador de la mujer no necesariamente tiene que ser un hombre. Y la víctima no siempre tiene que ser una mujer, los hombres también pueden ser el objetivo. Las mujeres pueden ser igualmente culpables de acoso sexual. De manera similar, el acosador no necesariamente tiene que ser el jefe o supervisor de la mujer. Sigue siendo acoso si un compañero de trabajo o un cliente es la fuente del comportamiento y la gerencia de la empresa no hace nada para detenerlo.
Qué constituye discriminación de género
El proverbial "techo de cristal" es un ejemplo clásico de discriminación de género en el lugar de trabajo . Este es el código no escrito que impide que las mujeres ocupen ciertos puestos de alto nivel y les impide avanzar más allá de cierto punto debido al género, incluso si estas mujeres tienen las habilidades, talentos y cualificaciones que las hacen aptas para puestos de alto nivel o ejecutivos.
Sesgo promocional
La situación del techo de cristal entra en la categoría de sesgo promocional. Hay varias razones para esto, siendo tener hijos la principal. Se suponía que el movimiento del techo de cristal, nacido a fines del siglo XX, rompería la barrera (es decir, el techo) que impedía que las mujeres ascendieran en la escala corporativa. Desde entonces, aunque las mujeres han recorrido un largo camino, todavía falta bastante por hacer.
En 1990, había seis mujeres en la lista de directores ejecutivos de Fortune 500. En 2017, había 32 mujeres. Son más mujeres, pero no suficientes, considerando que estamos hablando de 500 directores ejecutivos, lo que significa que las mujeres todavía representan menos del 7 % de los directores ejecutivos de Fortune 500.
Pero la discriminación de género va más allá de la presidencia ejecutiva. Un hombre y una mujer pueden ocupar exactamente el mismo puesto y realizar las mismas funciones dentro de una empresa, pero el título del puesto es diferente. El hombre también puede cobrar más, o puede tener derecho a aumentos o promociones en un horario diferente y a un ritmo más rápido que sus colegas femeninas.
Preguntas de entrevista
El proceso de entrevista debe ser similar (si no el mismo) para ambos géneros. Pero con frecuencia se espera que las mujeres respondan diferentes tipos de preguntas. A menudo se pregunta a las mujeres si tienen hijos o si tienen la intención de tener hijos.
Este tipo de preguntas son ilegales y, lo que es más importante, no tienen relación con la capacidad de una persona para hacer bien un trabajo. Sin embargo, muchos empleadores predican la contratación de empleados potenciales con la idea de que podrían necesitar coger una baja por maternidad. Los empleadores deben considerar que los padres (ya sean homosexuales o heterosexuales) pueden necesitar tomar una baja por paternidad. No se debe hacer la pregunta a ninguno de los dos sexos.
Despidos
Con demasiada frecuencia, los despidos se manejan con prejuicios de género. Puede ser especialmente frecuente en industrias dominadas por hombres, como la fabricación, donde el acoso sexual no se toma en serio. Hay casos de mujeres que se han quejado del sesgo de género y se han encontrado en el paro.
Una ingeniera del fabricante de automóviles de lujo Tesla, AJ Vandermeyden, acusó al fabricante de ignorar sus quejas de acoso sexual y pagarle menos que a sus homólogos masculinos. Luego, fue despedida en lo que su abogado alegó que fue un acto de represalia. Vandermeyden, quien se hizo pública, también afirmó que los empleados masculinos se burlaron de ella y la insultaron y que Tesla no abordó sus quejas sobre el acoso, la desigualdad salarial y la discriminación.
Este es solo un ejemplo, y hay muchas más personas que sufren acoso sexual en el lugar de trabajo, todos los días. La mayoría de las personas no son tan valientes como lo fue Vandermeyden para hablar por temor a perder el trabajo, un historial laboral defectuoso y/o una mala reputación en su industria.
Denunciar la discriminación de género en el trabajo
Si tú o alguien que conoces es víctima de discriminación de género en el lugar de trabajo (hombre, mujer, bi o trans), escríbelo. Asegúrate de documentar lo sucedido, quién estuvo involucrado, la fecha y la hora del incidente y cualquier persona que pueda ser testigo. Y asegúrate de pedirles que también tomen notas sobre lo que haya pasado.
A continuación, deberás informarlo. Por lo general, hay un protocolo a seguir. Primero, habla con tu supervisor para abordar el problema. Si el supervisor es la causa de la queja, dirígete al jefe de esa persona. Si crees que el problema no se resuelve a tu entera satisfacción, acude al departamento de recursos humanos de la empresa.
Si la situación persiste, ponte en contacto con un sindicato y presenta una denuncia por discriminación, un primer paso antes de recurrir a demandar al empleador. Pero, antes de demandar, reúnete con un abogado para determinar cuáles son los requisitos donde trabajas. Es posible que tenga tan solo seis meses para presentar un cargo y, por lo general, se debe investigar la queja antes de poder iniciar otra acción civil.
La discriminación de género es ilegal. El objetivo no tiene que ser una mujer, al igual que el acosador no siempre es un hombre. No hay lugar para este comportamiento en el lugar de trabajo ni en ningún otro lugar. Si eres testigo de esto o lo padeces de primera mano, asegúrate de recaudar la documentación necesaria y que se informe del incidente. Recuerda, nadie debería experimentar algo semejante.