Cómo abordar la brecha salarial
Estudios y encuestas evidencian que la brecha salarial y la desigualdad de género en el ámbito laboral es una realidad que afecta a numerosos sectores.
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La brecha salarial de género se refiere a la diferencia en los salarios que perciben hombres y mujeres en el ámbito laboral, calculada en función de la disparidad promedio entre los ingresos brutos por hora de ambos géneros. En términos sencillos, las mujeres ganan significativamente menos que los hombres por realizar un trabajo de igual valor, simplemente por el hecho de ser mujeres.
Aunque las mujeres suelen obtener mejores resultados académicos que los hombres, tanto en la educación secundaria como en la universitaria, la diferencia salarial persiste. En España, por ejemplo, las mujeres ganan de media alrededor de 23.175,95 euros al año, mientras que los hombres alcanzan un promedio de 28.388,69 euros, lo que implica una diferencia anual de 5.212,74 euros.
Diversos estudios y encuestas siguen evidenciando que la desigualdad de género en el ámbito laboral es una realidad que afecta a numerosos sectores. Esta desigualdad se manifiesta cuando un grupo social, generalmente el masculino, disfruta de privilegios sobre el femenino, lo que vulnera los derechos de las mujeres y perpetúa una discriminación económica y profesional.
Este fenómeno, que sigue siendo un desafío importante en muchas sociedades, requiere de un análisis y acción constantes para reducir la brecha y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los géneros en el entorno laboral.
Tipos de brechas de género
La brecha de género refleja las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en diversos aspectos, tales como el acceso a recursos, oportunidades y la participación en diferentes esferas de la vida. Este concepto se mide en términos de las diferencias entre ambos géneros en distintos ámbitos clave, como la economía, la salud, la educación y la política. A través de estos sectores, no solo se evalúa el acceso a los recursos, sino también el nivel de poder, influencia en la toma de decisiones y la autonomía que tienen los individuos de cada género.
Economía
La brecha de género en este ámbito examina las diferencias entre hombres y mujeres para acceder al mercado laboral, las disparidades salariales, la representación femenina en puestos directivos y la presencia de mujeres en sectores profesionales emergentes. También se analiza la infrarrepresentación femenina en cargos de liderazgo y la disparidad salarial entre hombres y mujeres en ocupaciones similares.
Salud
Este tipo de brecha se enfoca en la disparidad en indicadores como la esperanza de vida, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y la disponibilidad de atención médica general. Las mujeres, en muchos casos, enfrentan desafíos particulares en estos aspectos.
Educación
En el ámbito educativo, la brecha de género mide el acceso de las mujeres a niveles educativos básicos y superiores en diferentes países. Además, se toma en cuenta el acceso a las nuevas tecnologías, un componente importante de la brecha digital de género.
Política
La brecha de género en la política se refiere a las diferencias en la representación de hombres y mujeres en cargos de poder y toma de decisiones políticas que afectan el bienestar de la sociedad en su conjunto. Este tipo de brecha refleja las dificultades para que las mujeres accedan a posiciones de liderazgo político.
Causas de la brecha salarial entre hombres y mujeres
A pesar de los avances en la lucha por la igualdad de género, aún es común leer titulares como: “Es sorprendente que una mujer ocupe un puesto directivo”, “Ser mujer en el ámbito laboral no es sencillo” o “Me pidieron que limpiara la oficina”. Estas frases reflejan la discriminación persistente que enfrentan muchas mujeres en sus lugares de trabajo. Pero ¿qué factores contribuyen a esta desigualdad salarial?
A continuación, exploramos algunas de las causas principales que explican la brecha salarial de género, centrándonos en las más comunes:
- Estereotipos y roles de género: las mujeres suelen ser asignadas a roles tradicionales, como el cuidado y tareas administrativas, mientras que los hombres son percibidos como líderes naturales. Esta asignación de roles influye directamente en las oportunidades laborales y el salario de ambos géneros.
- Segregación horizontal y vertical: existen dos tipos de segregación: la horizontal, que se refiere a la distribución desigual de mujeres y hombres en diferentes sectores laborales, y la vertical, que se refiere a la baja representación femenina en puestos de alta dirección y liderazgo. Ambas contribuyen a la disparidad salarial entre géneros.
- Infravaloración del trabajo femenino: muchas ocupaciones que tradicionalmente han sido desempeñadas por mujeres, como el trabajo de cuidado o administrativo, son frecuentemente consideradas de menor valor, lo que se traduce en salarios más bajos y menos reconocimiento profesional.
- El impacto de la maternidad: la maternidad sigue siendo un factor que afecta negativamente las trayectorias profesionales de muchas mujeres. A menudo, las mujeres enfrentan una reducción de las oportunidades laborales o una menor remuneración tras la maternidad debido a prejuicios y la falta de apoyo laboral adecuado.
- Falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas: en muchas culturas, las mujeres asumen una mayor carga de trabajo doméstico, lo que les deja menos tiempo para dedicarse a sus carreras profesionales. Esta desigual distribución de responsabilidades familiares limita su capacidad para avanzar en el ámbito laboral, mientras que los hombres suelen disponer de más tiempo para sus compromisos profesionales.
- Precariedad laboral: las mujeres a menudo se enfrentan a contratos temporales o a tiempo parcial, lo que implica una reducción de su salario y, en muchos casos, mayor inseguridad económica. Este fenómeno también contribuye a la perpetuación de la brecha salarial.
Con todo esto en mente, es importante reflexionar sobre cómo podemos abordar y reducir esta desigualdad. ¿Cómo podemos fomentar la igualdad de género en el trabajo? Impulsar la igualdad de género no solo es una responsabilidad ética, sino también una estrategia empresarial inteligente. Promover un entorno laboral más equitativo no solo beneficia a las personas, sino que también contribuye al éxito a largo plazo de las organizaciones al promover la diversidad, la innovación y el talento.
¿Cómo calcular la brecha salarial entre hombres y mujeres?
Calcular la brecha salarial entre hombres y mujeres en España es un proceso relativamente sencillo. Básicamente, se obtiene la diferencia entre el salario promedio de los hombres y el salario promedio de las mujeres. Una vez calculada esta diferencia, el siguiente paso es multiplicar el resultado por 100 para expresarlo en términos porcentuales.
Hay que destacar que el registro retributivo juega un papel clave en la reducción de la brecha salarial entre ambos géneros. Este registro no requiere la especificación del salario individual, sino que su objetivo es verificar si existe una disparidad salarial entre hombres y mujeres que desempeñan el mismo trabajo o funciones similares. De esta manera, se busca garantizar que los salarios sean equitativos y que la brecha de género no sea un factor determinante.
Aunque en ocasiones puede parecer desafiante implementar políticas de diversidad e inclusión en una empresa debido a posibles inconvenientes, la realidad es que existen diversas herramientas y prácticas disponibles para prevenir y eliminar cualquier forma de discriminación. Cumplir con estas normativas no solo beneficia la equidad en el entorno laboral, sino que también contribuye a crear un espacio de trabajo más justo y productivo para todos los empleados.
Reducir la brecha salarial y fomentar la igualdad de género en el ámbito laboral debe ser una prioridad para cualquier organización que busque promover un ambiente inclusivo y justo.