Cómo la inteligencia emocional ayuda en la gestión del talento
Los líderes con altos niveles de inteligencia emocional están mejor equipados para crear un ambiente de trabajo positivo y de apoyo.
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Una encuesta reciente realizada a 3.400 trabajadores en 10 países encontró que los gerentes tienen un mayor impacto en la salud mental de los empleados que su terapeuta o médico, y un efecto comparable al de su pareja o cónyuge. ¡Ese es un peso sustancial que deben llevar los líderes! Los líderes con altos niveles de inteligencia emocional están mejor equipados para crear un ambiente de trabajo positivo y de apoyo, que puede mejorar el bienestar y la salud mental de los empleados.
Las investigaciones también han demostrado que los empleados con gerentes emocionalmente inteligentes tienen muchas más probabilidades de permanecer en sus trabajos. Se trata de una estadística significativa, dada la dificultad de encontrar buenos candidatos en el mercado laboral actual, algo que afecta a la gestión del talento.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Entonces, ¿qué es la inteligencia emocional (IE) y cómo pueden los directivos desarrollar una IE más fuerte? Daniel Goleman es un psicólogo que acuñó el término "inteligencia emocional" y ha destacado su importancia en el éxito personal y profesional. Según Goleman, la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que ayudan a los individuos a reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones, así como las de los demás. Se han identificado ciertos comportamientos en líderes que muestran una alta IE, lo que los convierte en mejores administradores de personas, utilizando incluso herramientas de gestión del talento basadas en inteligencia emocional.
Cuatro rasgos de los líderes emocionalmente inteligentes
En su libro ‘Inteligencia Emocional’ de 1995, Goleman identificó cuatro pilares o atributos de la inteligencia emocional, los cuales son:
1. Autoconciencia
El primer paso para desarrollar la IE es la autoconciencia. Los líderes deben tomarse un tiempo para reflexionar sobre sus emociones y cómo impactan su comportamiento en la gestión del talento. Esto implicará prestar atención a las sensaciones físicas, pensamientos y emociones en diferentes situaciones.
2. Autogestión
Una vez que los líderes son conscientes de sus emociones, pueden aprender a gestionarlas de forma eficaz. Esto implica desarrollar habilidades como la atención plena, el manejo del estrés y el autocontrol. Los líderes también deben practicar la escucha activa y ser conscientes de su lenguaje corporal al interactuar con los miembros del equipo.
3. Conciencia social
La conciencia social se refiere a la capacidad de comprender y empatizar con las emociones y perspectivas de los demás, así como de reconocer y navegar las dinámicas y normas sociales. Con esta descripción es fácil comprender que se trata de una de las mejores herramientas de gestión del talento basadas en inteligencia emocional.
4. Gestión de relaciones
La gestión de relaciones es un componente esencial de la inteligencia emocional. Implica utilizar habilidades de inteligencia emocional para construir y mantener relaciones positivas, resolver conflictos e influir e inspirar a otros para lograr objetivos comunes.
Del comportamiento a la acción: cómo sacar lo mejor de un equipo
Los líderes emocionalmente inteligentes no sólo demuestran los rasgos anteriores, sino que también han desarrollado habilidades de acompañamiento para motivar, involucrar y desarrollar al personal. Estas acciones positivas incluyen:
1. Abrazar la empatía
Los líderes que pueden ponerse en el lugar de los miembros de su equipo y comprender sus emociones y perspectivas tienen más probabilidades de motivar e involucrar a su equipo. Los líderes que escuchan y responden con empatía obtienen un 40% más de rendimiento en la toma de decisiones.
2. Comunicarse claramente y escuchar activamente
La comunicación eficaz es clave para generar confianza y credibilidad con el equipo. Los líderes que aplican la inteligencia emocional se comunican de manera efectiva para garantizar que todos estén en sintonía y que sus mensajes sean claros, concisos y bien recibidos. Quieren comprender las perspectivas de los empleados y brindar comentarios de manera clara y respetuosa.
Los líderes emocionalmente inteligentes escuchan activamente a los miembros de su equipo y responden oportunamente a sus inquietudes, necesidades y comentarios. Esto demuestra que los miembros del equipo han sido escuchados y que su líder valora y respeta sus aportes al tomarse el tiempo para comprender su perspectiva, fomentando una buena gestión del talento.
3. Predicar con el ejemplo
Se debe practicar lo que se predica modelando comportamientos emocionalmente inteligentes. Ser transparente, auténtico y vulnerable cuando corresponda. Utilizar los errores como oportunidades de crecimiento y aprendizaje.
Goleman escribe: "El liderazgo humilde, a veces denominado 'liderazgo de servicio', ofrece una alternativa al egoísmo que tan a menudo va de la mano con el poder, y permite a los líderes marcar una diferencia positiva en las vidas de los miembros de su equipo".
4. Ofrecer aliento y apoyo
Los líderes emocionalmente inteligentes ayudan a los miembros de su equipo a crecer y desarrollarse ofreciendo aliento y apoyo y reconociendo y recompensando sus logros. Los líderes con alta inteligencia emocional también pueden reconocer y abordar las fuentes de estrés y agotamiento en los empleados y brindar apoyo y recursos para ayudar a manejar este estrés y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
5. Crear un ambiente de trabajo positivo
Un entorno de trabajo positivo, solidario y psicológicamente seguro aumenta la moral y la motivación del equipo. Los líderes emocionalmente inteligentes trabajan para gestionar el talento y crear una cultura donde todos se sientan valorados y respetados y tengan la oportunidad de contribuir.
Conclusión
Si bien algunos individuos poseen naturalmente inteligencia emocional, otros deben poner un esfuerzo más consciente en desarrollar las habilidades necesarias para lograr la IE. De cualquier manera, las investigaciones han demostrado que los líderes con IE tienen equipos más motivados y comprometidos. Eso debería ser motivación suficiente para reflexionar sobre uno mismo, adaptarse y practicar comportamientos que desarrollarán nuestra inteligencia emocional.