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La inteligencia creativa

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Publicado el 11/07/2024 

De la misma forma que la mirada del espectador crea un nuevo cuadro de Paul Klee cada vez que lo observa, o reinterpreta emocionalmente una Cantata de Bach, los seres humanos somos capaces de crear y añadir valor a todo lo que hacemos. Vuelvo a Paul Klee, intérprete de violín desde los once años. Klee nunca sintió una vocación específicamente creadora ante la música, pero es impactante como, una vez “embrujado” por la pintura, se encuentra absolutamente apasionado por la complejidad estructural de la música que amaba (especialmente Bach), y la traslada en impulsos creativos a sus deliciosas obras pictóricas. ¿Qué hace, en definitiva, Paul Klee? Propone ideas originales que facilitan la resolución de los problemas que como artista se plantea, la línea, la luminosidad o el color, dificultades que no prescinden de ninguna posibilidad novedosa y también eficaz.

 

En el contexto actual de desarrollo profesional bajo presión, con recursos limitados y objetivos ambiciosos, parece difícil defender que todos somos capaces de dar con soluciones innovadoras y hacer uso de nuestro espíritu creativo. Especialmente, cuando nos planteamos tomar decisiones trascendentales sobre aspectos vitales como la continuidad de nuestra carrera profesional, pensar creativamente es la llave que abre puertas a las que no hubiéramos llamado en otras circunstancias.

 

Creatividad e inteligencia están unidas por factores vinculados a la necesidad de decidir en determinadas encrucijadas vitales, en etapas de madurez o de crisis y dificultades personales, que son, paradójicamente, el impulso para actuar. Mario Hernández, en Fernando Zóbel, el misterio de lo transparente, refiere como tomar decisiones implica no dejar de pensar. “En creatividad no se progresa venciendo limitaciones; se avanza conociéndolas a fondo”.

 

Además, el aumento de la creatividad es proporcional al desarrollo del conocimiento: nuestro cerebro no puede construir nuevas soluciones si no enriquecemos nuestra inteligencia con nuevos aprendizajes. Pero este es asunto de un segundo artículo por escribir.

 

Poner en práctica la idea del pensamiento innovador, think outside the box, implica asumir que tanto individuos como organizaciones se ponen a trabajar sobre las siguientes bases:

 

  • La innovación solo se produce cuando entran en contacto ideas diferentes, percepciones y formas de procesar y evaluar la información distintas.
  • El proceso creativo produce conflictos fructíferos y constructivos cuando somos capaces de pensar y actuar con actitudes positivas.
  • Las personas nos sentimos capacitadas para liderar el proceso creativo, analizar los problemas y tomar las decisiones adecuadas cuando estamos en acción (que la inspiración nos encuentre trabajando).

 

La creatividad es una capacidad de la inteligencia inmensamente productiva, que necesita ejercitarse por el desuso, la atrofia, y sobre todo porque es de gran utilidad cuando la vida, más o menos cotidiana, nos pone a prueba. En el proceso de encontrar salida a la definición del objetivo de búsqueda profesional, conviene no desechar opciones originales, siempre que sean útiles para solucionar esa búsqueda, porque, aunque no queramos reconocerlo, nos encantan los cambios desde que nacemos, y los necesitamos para dar sentido y trascendencia a nuestras vidas.

 

María José González Santos
Senior Consultant