La felicidad como concepto corporativo
El trabajo es una parte fundamental de la vida cotidiana. Estamos dedicados a él durante gran parte de nuestra vida, así que contribuye a nuestro bienestar tanto económico como emocional.
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Es importante entender la relación entre el trabajo y la felicidad. Todos queremos ser felices. Es una afirmación que mueve al ser humano. Esa búsqueda de la felicidad viene consigo desde hace muchos años; Aristóteles y Platón ya se planteaban preguntas que trascendieron hoy en día y que otras disciplinas como la ciencia y el arte se han interesado en desarrollarlas.
En el mundo de las organizaciones este concepto también ha tomado relevancia; si nos pausamos un momento en el contexto histórico podemos recordar cómo han marcado las distintas revoluciones industriales, un antes y un después, desde la máquina de vapor, la reorganización y traslado de los recursos del campo a la ciudad, seguido por un proceso de automatización hasta llegar a una cuarta revolución con la era tecnológica. Lo anterior manifiesta un cambio social, económico, productivo y de estructura, que demuestra la necesidad de adquirir nuevos patrones de comportamiento.
Este cambio de paradigma nos ha demostrado que hemos pasado de ser una sociedad del bien tener (orientado hacia productos y servicios) para llegar al bienestar (centrada en el ser humano). Esto conlleva a evolucionar hacia un liderazgo consciente a través de la gestión del talento, ubicando al empleado en el centro de las organizaciones.
¿Cómo crear organizaciones saludables desde un liderazgo consciente? Vamos de la teoría a la práctica
La manera de trabajar las organizaciones es ofreciendo medidas de bienestar orientadas a las personas como, por ejemplo:
- Apoyarlos en su plan de desarrollo profesional
- Definir en detalle los puestos de trabajo
- Tener medidas claras de conciliación
- Políticas de igualdad
- Dar un espacio a la seguridad psicológica, así como obtener herramientas que fortalezcan la salud mental
- Impulsar las actividades físicas que logren atraer al talento y fidelizarlos
- Crear una marca empleadora que involucre a una cultura de bienestar.
Todo esto está muy bien, pero… el hecho de tener una cultura de bienestar en el trabajo y alcanzar la felicidad, va más allá. Debemos tomar en cuenta que la felicidad se ha estudiado desde dos perspectivas. Por una parte, la hedónica, que está centrada en los estados emocionales como la satisfacción y el placer y, por otro lado, la visión eudaimónica orientada hacia las potencialidades del talento y la autorrealización. Desde esta premisa, nos podríamos preguntar: ¿qué es la felicidad? La RAE la define como: “Estado de grata satisfacción espiritual y física.” Yo lo llamo plenitud, vivir conscientemente y aceptar la realidad tal como se nos presenta, abrazando cada una de las emociones que se producen en el presente y no en vivir en el pasado ni en el futuro.
Ahora bien, ¿solo teniendo buenas políticas de Well-being los empleados alcanzarán la felicidad?
La respuesta es no, porque el concepto de felicidad está intrínsecamente alineado hacia el ser humano. De todo lo que hablamos anteriormente, podemos afirmar que lo que la empresa puede ofrecer son medidas basadas en condiciones y procesos de trabajo que sean desarrollados desde la empatía y escucha activa. Sin embargo, lo interesante es lograr el engranaje entre lo que la empresa ofrece y lo que la persona como ser humano aporta, es decir, potenciar ese autoconocimiento para identificar qué lo hace feliz y le da sentido a su vida en esos momentos en que desarrolla su trabajo, lo disfruta y siente que contribuye a un fin mayor. La empresa debe conocer cuáles son los talentos de sus trabajadores y así poner a disposición de ellos, las condiciones que permitan desplegarlos y así lograr un ganar-ganar. Por supuesto complementarse es lo que fortalece a la cultura de una compañía porque lo hace completamente diferente al resto.
Ahora seguramente te preguntarás: ¿Por qué antes de hablar de felicidad me he permitido comentar sobre el bienestar?
Porque es una parte importante de la empresa y porque, para lograr un entorno de bienestar, los directivos deben ser fuente de inspiración para promover el bienestar y la felicidad, siendo ellos ejemplo. Los directivos junto con el departamento de Talento Humano tienen el gran reto de escuchar realmente a quienes forman parte de la organización, trabajando una propuesta de valor al empleado acorde a su potencial y optando por un liderazgo consciente y cercano, sin olvidar el objetivo y la estrategia del negocio y logrando un ambiente mucho más humano y feliz. Esto conlleva a aumentar la productividad en los proyectos y es lo que realmente termina siendo un beneficio para ambos.
A pesar de que todos tenemos una distinción de rol y unas funciones, les invito a siempre a hacerse preguntas que contribuyan al autoconocimiento, para que la experiencia en el trabajo sea auténtica. Por ejemplo ¿qué funciones disfrutas realizar en tu trabajo?, ¿qué quieres aportar a tu empresa?
Finalmente, es importante desarrollar el valor de la gratitud, tomando en cuenta que según la psicóloga social Bárbara Fredrickson, es uno de los pilares fundamentales para la felicidad y el bienestar. Esto ayuda a mantener una actitud positiva y a disfrutar en el ámbito laboral.
Como parte de mi recomendación te quiero comentar sobre el documental de Netflix llamado “Stutz”, en el cual se desarrolla desde una conversación honesta entre el actor Jonah Hill, como paciente y su terapeuta Phil Stutz, una serie de conceptos interesantes sobre la salud mental. Es un testimonio conmovedor donde se comparten herramientas valiosas para mejorar la calidad de vida.
En conclusión, la felicidad en el trabajo es un objetivo que todos queremos alcanzar y para ello debe estar fundamentado bajo el enfoque y estrategias adecuadas que puedan ayudar a las empresas a transitar el camino hacia la felicidad sin fallar en el intento.
Recuerda que la felicidad es también una decisión que también podemos vivir en el trabajo, ¡compartamos experiencias!