¿Cómo tratamos a nuestros hijos? ¿Y a nuestros equipos, interactuamos con ellos igual que con nuestros hijos? Con la primera pregunta sólo me atrevo a lanzarla, con la segunda me remango un poco más para intentar conseguir una reflexión.
¿Recordáis que responsabilidades teníamos cuando éramos pequeños en casa? Tirábamos la basura, íbamos a comprar el pan, hacíamos nuestra cama a diario… ¿Estamos haciendo lo mismo con nuestros hijos? ¿Asumen las responsabilidades suficientes acorde con la edad que tienen o se lo damos todo hecho? ¿En qué momento debemos dejar de sobreprotegerlos?
En el mundo laboral, ¿tenemos que tratar a nuestros equipos como si fuesen niños? ¿Realmente tenemos que fiscalizarles a diario a la hora de desarrollar su puesto de trabajo? Creo que no, en un mundo profesional, cada persona tiene que ser capaz de asumir responsabilidades en función del puesto de trabajo que tenga. Y un responsable debe estar para dar soporte y ayudar a realizar esas labores, pero siempre desde la distancia, dando espacio para el desarrollo de la persona a cargo.
Como manager, debemos tener regularmente reuniones de seguimiento y de avance de los proyectos, pero no de fiscalización del trabajo. Y por supuesto, estas reuniones debes estar espaciadas en el tiempo, para dar cabida a la evolución de los trabajos y al desarrollo de las responsabilidades de cada uno.
Y entre reunión y reunión, mi jef@ no me llama, y tú? ¿Recibes la llamada de tu superior? ¿Llamas a diario a tu equipo? Y si le damos la vuelta a la tortilla, ¿llamas a tú manager a diario? Y ¿a tú equipo directo? Os dejo con la reflexión….