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Qué es la movilidad geográfica

La movilidad geográfica hace referencia al cambio de centro de trabajo o residencia de un empleado.

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Publicado el 05/04/2025 

La movilidad geográfica hace referencia a cuando un trabajador cambia su lugar habitual de trabajo, lo que puede implicar un traslado a otro centro o incluso un cambio de residencia. Para que realmente se considere movilidad geográfica, debe haber un desplazamiento físico, y en el caso de un traslado, suele implicar mudarse a otro lugar.

 

 

Tipos de movilidad geográfica

 

En cuanto a los tipos de movilidad geográfica, la ley establece dos categorías principales: el traslado y el desplazamiento.

 

Traslado

 

Este es un cambio definitivo de lugar de trabajo. Un traslado se considera cuando el trabajador debe desplazarse a otro centro de trabajo por más de 12 meses en un periodo de tres años. Este tipo de movilidad geográfica, además, puede ser individual (cuando afecta a un solo trabajador) o colectiva (cuando afecta a más de cinco trabajadores dentro de un mismo centro). Si afecta a toda la plantilla o a un grupo grande de empleados, hablamos de un traslado colectivo.

 

Desplazamiento

 

Este tipo de movilidad implica una permanencia temporal en otro centro de trabajo, sin que suponga un cambio definitivo de residencia. El periodo no deberá superar los 12 meses en un periodo de 3 años. Si no se cumplen estos requisitos, se considerará un traslado y la movilidad quedará supeditada a sus condiciones.

 

 

¿Cuáles son los requisitos de la movilidad geográfica?

 

Cuando hablamos de movilidad geográfica, no se trata solo de un cambio de oficina o un traslado de un departamento a otro. Este concepto implica que el trabajador debe mudarse de centro de trabajo, y en muchos casos, hasta cambiar de residencia. Según el artículo 40 del Estatuto de los Trabajadores, para que un traslado de este tipo sea legal, debe cumplir con ciertos requisitos clave.

 

Requisitos esenciales para la movilidad geográfica

 

Motivos justificables

 

La empresa debe tener razones claras y válidas para hacer el traslado. Estas pueden ser económicas, técnicas, organizativas o de producción. En otras palabras, debe estar relacionado con la competitividad, la mejora de la productividad o una reorganización interna de la empresa.

 

Aviso previo

 

El empleador tiene la obligación de comunicar al trabajador (y a su representante legal) con al menos 30 días de antelación antes de que el cambio entre en vigor. Si el traslado o desplazamiento es temporal y supera los tres meses, se deberá notificar con al menos 5 días de anticipación.

 

¿Cómo saber si estamos ante un traslado por movilidad geográfica?

 

Llegados a este punto, es normal preguntarse cuándo exactamente un cambio de centro de trabajo se considera movilidad geográfica. Para saberlo, hay algunos puntos clave a tener en cuenta.

 

  • Distancia: si el lugar donde se encuentra el nuevo centro de trabajo está a más de 56 km del domicilio del trabajador, los tribunales suelen considerar que estamos ante un traslado por movilidad geográfica.
  • Tiempo de desplazamiento: si el tiempo que el trabajador necesita para desplazarse al nuevo centro supera el 25% de su jornada laboral, esto también se considera un cambio importante, es decir, movilidad geográfica.
  • Coste de transporte: si los gastos de desplazamiento del trabajador superan el 20% de su salario, también se estaría considerando movilidad geográfica.

 

 

¿Pueden los trabajadores rechazar la movilidad geográfica?

 

Cuando un trabajador se enfrenta a la posibilidad de un traslado o cambio de ubicación, es normal preguntarse si tiene derecho a rechazarlo. Examinemos qué opciones tiene un empleado si se encuentra en esta situación.

 

Aceptar la propuesta de movilidad geográfica

 

Si el trabajador decide aceptar el traslado, tiene derecho a recibir una compensación por los gastos derivados de este cambio, tanto para él como para las personas a su cargo. La cantidad de esta compensación debe ser acordada entre las partes, y nunca será inferior al mínimo establecido en el convenio colectivo correspondiente. Este es un derecho importante para asegurar que la reubicación no represente una carga económica injusta.

 

Extinción del contrato

 

Si el empleado no desea aceptar el traslado a otra ubicación, tiene la opción de extinguir su contrato de trabajo. Esto significa que puede finalizar la relación laboral sin consecuencias negativas para él, como el derecho a recibir la prestación por desempleo y una indemnización similar a la que corresponde en un despido objetivo. Esta opción es válida si el traslado supone un cambio significativo e indeseado para el trabajador.

 

Impugnación del traslado

 

Si el empleado no está de acuerdo con la decisión de la empresa, puede impugnar la movilidad geográfica ante la jurisdicción social. Este proceso debe realizarse dentro de los veinte días hábiles posteriores a la notificación del traslado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, mientras el tribunal no se pronuncie sobre el caso, el trabajador tiene la obligación de acudir al nuevo centro de trabajo.

 

Por todo ello, la movilidad geográfica es un derecho de la empresa, pero también existen opciones para que el trabajador pueda rechazarla, ya sea mediante la aceptación de una compensación, la extinción del contrato o la impugnación de la decisión.