No solo te ayudamos a encontrar empleo, sino que somos la clave para encontrarlo

El acompañamiento de un Consultor profesional en los procesos de outplacement y los programas de LHH, la empresa líder del sector.

11/11/2022

Cuando las empresas contratan los servicios de una empresa de “recolocación” y las personas afectadas por el despido acceden a los programas, pese a que los equipos comerciales transmiten bien las características de los programas y de los servicios que se aportan, mantienen un paradigma clásico: “me tienen que encontrar trabajo”. Por tanto, contrato más servicio sería igual a ofertas de empleo y después recolocación.

 

Los programas de outplacement son el mejor ejemplo de colaboración en esa doble dirección, siendo referencia para el mercado oculto de las ofertas de empleo, colaborando con Head Hunters, empresas de selección, o profesionales de los RRHH, entre otros.

 

Confianza, confidencialidad y complicidad

 

Intrínsecamente, los programas de LHH se sostienen sobre los valores de compromiso, respeto, confianza y transparencia. Guardamos confidencialidad y creamos complicidad con las personas.

 

Y, además, incluyen: conectar y/o posibilitar que las personas y profesionales que participan en los programas se conecten entre sí y tengan más, mejores o nuevos recursos; mejorar la comunicación interpersonal y construir un posicionamiento en el mercado con una marca personal adecuada, creando visibilidad. Y al tiempo, la adecuación de herramientas para comunicar mejor las competencias y los objetivos profesionales. Ayudamos a definir el objetivo y a ampliarlo: no sólo lo que se sabe hacer, sino lo que se puede llegar a hacer con lo que se sabe.

 

Apoyo continuado, seguimiento y acompañamiento personalizado, son parte de la clave del éxito de nuestra consultoría. Y, además: un servicio de prospección sobre el mercado (Connecting Talent) que rastrea ofertas ajustadas a perfiles; la convocatoria de seminarios de formación para aportar seguridad a los candidatos y prepararlos para todo, incluido un itinerario de 9 seminarios especiales de auto ocupación y la colaboración de expertos en las materas asociadas al emprendimiento. Por último, la generación de eventos que implementan la visibilidad de los candidatos y el acceso a nuevas posibilidades de empleo: equipos de trabajo de búsqueda, ferias de empleo, conferencias de expertos, o encuentros con reclutadores, entre otros.

 

He tenido la experiencia enriquecedora de aprender con y de cada persona a la que he acompañado en su proceso de recolocación. En algunos casos, comenzamos por la recolocación emocional, ya que muy pocas personas eluden ese aspecto en lo que denominamos Transición de Carreras. Cuando se pierden referencias tan sostenidas en el tiempo, generalmente hay pérdida, y conviene hacer el duelo. Y, poco a poco, en la aceptación, y con nuestra ayuda, discreta y eficaz a la vez, cada individuo se recupera y se empodera, ganando en autoestima y en recursos personales y de sostén con nuestro apoyo.

 

Hay reconocimiento de capacidades, encuentro con las posibilidades por el reconocimiento de habilidades, desarrollo profesional y conocimiento del lado más humano de los programas. Nosotros no vamos a las entrevistas, entrenamos para construir mejores respuestas y formular buenas preguntas. Tampoco somos la marca de nadie, proponemos acciones para crear la marca personal de cada candidato. Proporcionamos mapas y aportamos recursos para interpretar aquellos y recorrer el camino. Impulsamos con nuestro acompañamiento las nuevas referencias en momentos de pérdida. Estamos justo en el momento más necesario para recibir con calidez a las personas que han sido despedidas. Tratamos por igual a ejecutivos que a mandos intermedios o a personas menos cualificadas. Todos formamos parte de un proceso, y todos hemos aprendido que el camino es la meta.

 

Éxito o fracaso no existen en nuestra labor (he dicho labor, sí, no he dicho trabajo: nos comprometemos con el ser y con el estar, y manifestamos nuestra autenticidad con cada persona). Todo es aprendizaje, y cada aprendizaje lo compartimos de nuevo con cada nueva persona que entra en los programas. Los resultados, estadísticamente hablando, avalan nuestra metodología y nuestra forma de acompañar y entender cada proceso como único y exclusivo.

 

La huella que pueda quedar después de cada programa, dure más o menos tiempo, y de cara a la recolocación, es sensible: agradecimiento, mantenimiento de las relaciones, ampliación de la visión, y fortaleza interior para lo que pueda venir. Nadie duda que el trabajo ya no es para toda la vida, y que la vida no es toda para trabajar. Finalmente, el paradigma del cambio inicial es ahora el siguiente:

 

Contrato + servicio = confianza + seguridad, lo que lleva a un compromiso con la búsqueda, mejor empleabilidad, mejores ofertas, y mejores condiciones.

 

Dedicado a J. A. G., quien después de 15 meses de paciencia –él era el más impaciente- de constancia –ha sido descartado de muchos procesos- y de excelencia-él era el más exigente- declaró: “buscar trabajo es otro trabajo, y vuestra presencia y acompañamiento, y sobre todo en las primeras semanas de ‘entrenamiento y adaptación’ han sido claves para que yo no tirara la toalla con disciplina, método y compromiso.”